21 noviembre, 2024

La fuerza de China en el mundo actual

Recientemente tuve la oportunidad de visitar en Shanghai el museo que recuerda el Primer Congreso, el fundacional, del Partido Comunista de China, en el año 1921.



Independientemente de las ideas o ideologías que puedan tener los ciudadanos de cualquier país del mundo, creo que vale la pena que todos aquellos que estén interesados en China, y viajen al país, hagan una visita a este Museo. 

Es una buena oportunidad para conocer hechos concretos de la historia relativamente reciente de China y para comprender algunas actitudes de sus autoridades y ciudadanos. 

En el Museo se muestra, de forma detallada y dinámica, cómo una China atrasada, semifeudal y semicolonial, sufrió desde mediados del siglo XIX todo tipo de ataques, invasiones y humillaciones y fue obligada por la fuerza de las armas a aceptar una serie de tratados desiguales que violaron la soberanía del país, con territorios chinos bajo el control absoluto de fuerzas extranjeras. 

Fue como si algunos barrios de Montevideo, Madrid u otras ciudades de nuestro mundo de habla hispana hubieran quedado, en pleno siglo XX, y durante décadas, bajo el control de potencias extranjeras, con sus propias leyes, sistema judicial, monedas, policía, etc. Aparte de eso están las "compensaciones" que el país se vio obligado a pagar a potencias extranjeras.

La siguiente foto que figura en el museo es muy significativa:



Debido a la mala calidad de la fotografía que tomé, describo a continuación su pie de foto que dice "En septiembre de 1901 el gobierno (de la dinastía) Qing, fue forzado a firmar el 'Protocolo Bóxer', uno de los más humillantes tratados desiguales, con Gran Bretaña, Estados Unidos, Alemania, Francia, Rusia, Japón, Italia, el Imperio Austro-Húngaro, Holanda, Bélgica y España".

Casi medio siglo después de que se tomara esa foto, se establece la República Popular China y tras un largo período de duro trabajo ésta se ha transformado en un Estado fuerte al cual ya nadie puede humillar. 

A veces, para demostrar, en este caso, la importancia de China en el mundo de hoy, en lugar de usar cifras interminables, es mucho más fácil ver algunos ejemplos sencillos. Y para ello me voy a referir a la participación del presidente de la República Popular, Xi Jinping, en dos recientes acontecimientos internacionales que tuvieron lugar en Lima y en Río de Janeiro.

En menos de diez días, durante las reuniones de la APEC en Perú (15-16 de Noviembre) y del G20 en Brasil (18-19 de Noviembre), y las visitas oficiales realizadas por el presidente Xi Jinping a ambos países, el lider chino mantuvo encuentros con presidentes y/o jefes de gobierno de 17 países:

Del continente americano (en orden alfabético):

 Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Estados Unidos, México y Perú

De Europa (en orden alfabético):

 Alemania, Austria, Francia y el Reino Unido

De Asia y Oceanía (en orden alfabético):

 Australia, Japón, Nueva Zelanda, República de Corea, Singapur y Tailandia

Y antes de salir de Beijing, y desde el 1 de noviembre, Xi Jinping recibió visitas oficiales de los presidentes de Indonesia e Italia, y de los primeros ministros de Malasia y EslovaquiaO sea un total de 21 encuentros con mandatarios extranjeros en un plazo de tres semanas.

Entre los dirigentes con los cuales se entrevistó se incluyen a responsables políticos de gobiernos de "izquierda", de "derecha" o de "centro"; gobiernos declaradamente anticomunistas como es el caso del de Javier Milei, o con un actitud muy agresiva hacia China, como Estados Unidos o el Reino Unido.




Se podrá estar de acuerdo o no, en parte o completamente, con la política exterior o el sistema de la República Popular, pero lo que sí está claro es que -les guste a algunos o no- China ya no puede ser ignorada, ni mucho menos humillada, en el mundo actual.

También ha quedado claro en esos encuentros del presidente Xi Jinping, el deseo chino de un mundo multipolar  donde se puedan mantener relaciones y contactos "normales" a muchos niveles, independientemente de las diferencias o discrepancias ideológicas y políticas que puedan existir. 

Alguna vez he puesto los casos de las relaciones Uruguay-China o Chile-China como ejemplos de que la ideología o política de los diversos gobiernos que han tenido esos países no ha afectado los lazos con la República Popular. También es verdad que a eso no sólo ha contribuido China sino también los diferentes gobiernos -insisto, de diferentes tendencias políticas- que han tenjdo y tienen los dos países sudamericanos.

Las cosas en Uruguay, sin embargo, podrían cambiar si en las elecciones del próximo domingo triunfa el candidato de la fuerza de "izquierda" Frente Amplio, paradójicamente menos entusiasmada en lo que tiene que ver con las relaciones con China que el actual gobierno de "centro" o "centro-derecha" del presidente Luis Lacalle Pou.

Pero eso ya es otra historia.....

Como resumen, a veces hay cosas de China que parecen muy difíciles de entender o explicar, pero "pequeños" detalles como la visita a un museo o en "recuento" de las entrevistas mantenidas por el presidente Xi Jinping en estas últimas tres semanas pueden ayudar a comprender muchas cosas.

Como dice el refrán, "una imagen vale más que mil palabras", pero en este caso me "he visto obligado" a escribir estas líneas, ante la imposibilidad de publicar 21 fotos de las entrevistas mantenidas por el presidente chino.

PD: las entrevistas han sido tantas, que pido disculpas si se me ha pasado citar a algún país.

@PabloRovetta        

2 comentarios:

  1. Como siempre tus artículos nos sirven a nosotros tus lectores para complementar o descubrir cosas que se nos pudo escapar cuando tenemos que referirnos a los acontecimientos que involucran a China.
    En estas tres semanas de reuniones ha quedado muy clara la posición y política exterior dirigida a apoyar e impulsar a los países de nuestra aldea global hacia un desarrollo y bienestar de sus ciudadanos.
    Recibe mi afectuoso saludo 老罗!

    ResponderEliminar
  2. Hola Pablo, un gusto leerte y siempre escuchar desde tu experiencia. Nos conocimos una vez en Pekin a principios de los dos mil en una recepción del por entonces embajador Bregolat. Yo casi recién llegado y luego han sido mas de veinte años viviendo en GuangZhou.
    Muy descriptivo tu análisis del pasado de China, sus cesiones a potencias extranjeras, ocupaciones, etc. especialmente en un pueblo y sociedad tan orgullosa de su cultura y tradiciones. Pero todo esto ocurrió hace más de cien años y las naciones no pueden mirar al pasado para justificar sus acciones presentes y futuras. Por eso discrepo y no acabo de creerme las palabras del presidente Xi cuando habla de un mundo mas harmonioso, menos polarizado, mas multicultural, etc. Los líderes chinos tienen su propia agenda e intereses y los aplicarán de forma unilateral si es necesario. Un ejemplo lo tenemos en el permanente conflicto del Mar del Sur de China.
    Colegas y conocidos chinos de cuando vivía allí me comentaban con vehemencia que ellos fueron humillados y expoliados como tú indicas en el artículo, y que ahora era su turno ya que se han convertido en una superpotencia y tienen capacidad para ello. La Historia es la que es y no podemos cambiarla, nos guste o no, pero no podemos utilizarla como pretexto para llevar a cabo una agenda que la justifique.
    Un saludo.

    ResponderEliminar