24 julio, 2022

Uruguay da un paso adelante hacia un Tratado de Libre Comercio con China

Uruguay dió un gran paso adelante en su objetivo de alcanzar un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China cuando el presidente Luis Lacalle anunció el pasado día 13, la finalización, con resultados positivos, del estudio de factibilidad sobre el mismo. "Ahora sí empezarán formalmente las negociaciones" indicó con satisfacción el mandatario de la República Oriental.

El proceso "oficial"  había comenzado en septiembre del año pasado cuando Luis Lacalle Pou informó que el gobierno uruguayo había recibido una respuesta formal de las autoridades chinas en la que se explicaba su disposición de "avanzar en un Tratado de Libre Comercio".

Desde entonces, y más recientemente tras el anuncio de la pasada semana y la Cumbre de Mercosur en Asunción, ese posible TLC ha sido uno de los temas más tratados por la prensa nacional y sobre el cual se han generado más comentarios, críticas, elogios y polémicas, no sólo en el panorama político uruguayo, sino también entre sus otros socios de Mercosur (Argentina, Brasil y Paraguay).

Desde estas reflexiones, hoy más doblemente orientales que nunca, creo que antes de empezar a analizar toda la complejidad relacionada con un TLC, es necesario partir desde lo más básico y hacerse la siguiente pregunta:


    ¿Han sido y son beneficiosas para Uruguay las relaciones con China?    


En marzo de 2023 se cumplirán 35 años del establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países. En este período de tiempo, todos los principales partidos políticos uruguayos han estado al frente de diferentes gobiernos, y todos ellos han mantenido excelentes relaciones con la República Popular. Hasta la crisis de la Covid -que originó serias dificultades para los viajes internacionales, en especial hacia Beijing - todos y cada uno de los presidente de la República viajaron de forma oficial a China.

De esto podemos deducir que las relaciones con China han sido importantes para todos los gobiernos uruguayos desde el retorno de la democracia, independientemente del signo político y de la ideología de los mismos. Por lo tanto, creo que podríamos decir que el mantener unas buenas y estrechas relaciones con el país asiático puede ser, o debería ser, considerado como un tema de Estado para el Uruguay.

Estas buenas relaciones políticas y diplomáticas no sólo se limitan a la esfera del Poder Ejecutivo, sino que las hemos podido y las podemos ver en otros ámbitos como el parlamentario, en las Intendencias, organismos públicos, organizaciones sociales y partidos políticos. 

Además, no sólo se han limitado al terreno político y económico, sino que de ellas se han beneficiado sectores como la ciencia y tecnología, el deporte y hasta la educación y cultura.

Pero si hay un sector en el cual las relaciones con China han sido y son muy favorables para Uruguay ha sido el del comercio exterior. Y creo que es por ahí por donde deberíamos empezar a analizar el tema.

Como una imagen vale más que mil palabras, el siguiente gráfico de Uruguay XXI nos puede dar una idea muy clara de la importancia del mercado chino para las exportaciones uruguayas.




China no es sólo, con una gran diferencia, el principal cliente de las exportaciones uruguayas, sino que lo que compra ese mercado es equivalente al total de lo que Uruguay exporta a Brasil, Argentina y toda la Unión Europea juntos.

Estas estadísticas corresponden al primer semestre de este año. Para tener una idea más amplia, veamos cuál ha sido la evolución, y la composición por rubros, de las exportaciones a la República Popular en los últimos años, siempre con información de Uruguay XXI.





Parece claro, por lo tanto, que cuando hablamos del comercio exterior con China no nos estamos refiriendo a un hecho puntual sino a una tendencia al alza. Se puede ver claramente cómo el año pasado -muy difícil para el comercio internacional por los efectos de la Covid- el volumen de lo exportado al país asiático llegó a su mejor nivel en la historia, y seguramente batirá otro récord al final del presente.

Otro hecho destacable en la evolución de las exportaciones al país asiático ha sido la progresiva diversificación de los rubros. Es bueno recordar que hasta hace menos de dos décadas Uruguay "solo" vendía a China principalmente lana, y en segundo lugar cueros.

Ahora el país asiático es el principal comprador de carne uruguaya, aparte de un importante cliente para la soja y la madera y la celulosa. Al mismo tiempo, hay otros sectores, como el de los productos lácteos, donde China ya es uno de los principales clientes de Uruguay.

Para terminar con las gráficas, veamos -también gracias a la información de Uruguay XXI- la evolución de la balanza comercial entre Uruguay y China.


Como se puede apreciar claramente, desde hace ya nueve años, y seguramente el presente será el décimo, la balanza comercial es netamente favorable a Uruguay, habiendo alcanzado en el 2021 un récord histórico.

Volviendo entonces a la pregunta que nos hacíamos al principio: ¿Han sido y son beneficiosas para Uruguay las relaciones con China? Creo que las cifras mostradas dan una respuesta clara.

Quedan aún muchos temas por tratar. Por ejemplo, ¿a qué se ha debido el cambio en la composición de las exportaciones uruguayas a China, y por lo tanto su incremento? ¿cómo un país como Uruguay -"chiquito" y con la población de un barrio de Beijing- se ha convertido en un importante suministrador de alimentos para el país más poblado de la tierra? ¿cómo han podido los productos uruguayos del sector agropecuario entrar en un mercado tan lejano, tan exigente, tan estricto en sus normas y con una competencia tan fuerte como lo es China? ¿cuál es la presencia de Uruguay hoy en China y como es percibido entre su población?

Como vemos, incluso antes de empezar a reflexionar sobre el posible TLC, son muchos aún los temas de interés a tratar y esperamos seguir haciéndolo desde estas Reflexiones Orientales.

@Pablo Rovetta Dubinsky 

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