La prestigiosa publicación The Diplomat in Spain ya había indicado en exclusiva el pasado 13 de junio que el diplomático figuraba en una lista de Embajadores que iba a cambiar el nuevo Gobierno de Pedro Sánchez.
El artículo de El País, titulado "Malestar entre los diplomáticos por el cese prematuro de embajadores" puede leerse íntegramente pinchando aquí.
Aunque es conocido, no voy a mencionar aquí el nombre del Embajador "sustituido" ya que quiero centrarme no en la persona sino en su cargo como máximo representante de España ante la República Popular China.
"Doctores tiene la Iglesia", como digo a menudo, y mucho más en el campo de la diplomacia, en el cual no soy ni experto ni es mi campo de actuación. Tampoco es mi intención hacer juicios de valor sobre acciones tomadas por el actual u otros gobiernos. Hago estas reflexiones simplemente como un seguidor y observador de China y, en este caso particular, de las relaciones entre España y China, y en este sentido me gustaría compartir las siguientes reflexiones:
1. El actual Embajador había sido nombrado por el Consejo de Ministros el pasado mes de octubre y presentó cartas credenciales ante el Presidente Xi Jinping en diciembre del año pasado. Por consiguiente, oficialmente no ha estado ni nueve meses en su puesto. Si la noticia se confirma, sería el Embajador español que más poco tiempo ha estado asignado en la República Popular China desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Supongo que es práctica habitual que cuando hay un nuevo Gobierno se produzcan cambios en algunas Embajadas, aunque tenía entendido que éste era un proceso paulatino que no implicaba sacar de sus puestos a Representantes que no llevan ni un año en su destino. Creo, modestamente, que la declaración de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) coincide con lo que estoy indicando aquí.
Como indica uno de los afectados, citado por El País “¿Somos embajadores del Reino de España o del Gobierno de turno?”
No creo, dicho con respeto y sinceridad, que éste sea un gesto de seriedad ante las autoridades chinas. Si hay un adelanto electoral electoral en España, como se rumorea, o si al final las elecciones se producen en el 2020 y gana otro partido político, ¿se va a cambiar de nuevo al Embajador en China, que como máximo no estaría en el país más de dos años?
Quizás, ingenuamente, sigo pensando que la política exterior es una política de Estado, y que los servidores del Estado realizan sus funciones independientemente del gobierno que está en el poder. Se ha visto antes en China y se ha visto en otros países.
2. Aunque no haya países "fáciles", China es un país "complicado": el más poblado del mundo, con una gran superficie, unos cinco mil años de historia y un proceso de cambios bastante complejo en los últimos cincuenta años. Aparte de todo esto, es la segunda economía del mundo, la primera potencia comercial y se está convirtiendo en un actor cada vez más importante en todos los campos de la escena internacional.
Como se dice muchas veces, lo de China "es para toda la vida", lo cual no quiere decir que un Embajador tenga que estar hasta el final de sus días acreditado en Beijing, pero sí es un hecho que llegar a conocer, a comprender el país, sus dirigentes, su cultura, su forma de trabajar, y un largo etc. requiere su tiempo, mucho tiempo. Creo que sacar de su cargo a una persona que supongo estaba empezando a conocer todos esos aspectos de China no deja de ser una pérdida para la diplomacia española. Tampoco es una buena noticia, en mi opinión, para China que prefiere tener como interlocutor a alguien que no empiece de cero y que ya esté conociendo el país.
En estos meses no he dejado de escuchar más que elogios hacia la labor que estaba realizando el Embajador, elogios provenientes de la colonia española en China y de varias delegaciones que visitaron el país, entre ellas por ejemplo las del Presidente del Gobierno Autonómico de Valencia.
3. Dejo para este punto final lo que me parece más importante y es que, en principio, y como se ha anunciado públicamente, está prevista para el mes de Noviembre la visita del Presidente Xi Jinping a Madrid. Recordemos que desde el año 2005, o sea hace nada más y nada menos que 13 años que un Jefe de Estado chino no visita España. En este caso, además, estamos hablando, sin exagerar, de uno de los hombres más importantes del mundo actual que debe haber visitado más del 80 por 100 de los países del planeta.
Si toda visita estatal requiere meses de trabajo y preparación, en este caso el esfuerzo creo que deberá ser doble. Independientemente de quien sea la persona que sustituya al actual Embajador- ya he dicho que no voy a hablar de nombres, sino de puestos- va a contar prácticamente con unas pocas semanas para preparar esa visita, ya que en principio el proceso de obtención del plácet del gobierno chino, la aprobación por Consejo de Ministros, el traslado a China y la presentación de cartas credenciales me temo que no van a estar por debajo de los dos meses.
Por consiguiente, y como resumen, con todos los respetos, me reitero en lo indicado en mi entrada del pasado 9 de Julio en el sentido de que ni China ni Asia-Pacífico parecen ser prioritarios para el gobierno español. Puede leer la entrada pinchando aquí
Es más, y con el riesgo de equivocarme, no sé si este cambio brusco de Embajador, unido a un posible adelanto electoral en España, harán viable la largamente esperada visita de Xi Jinping a Madrid.
@PabloRovetta
1. El actual Embajador había sido nombrado por el Consejo de Ministros el pasado mes de octubre y presentó cartas credenciales ante el Presidente Xi Jinping en diciembre del año pasado. Por consiguiente, oficialmente no ha estado ni nueve meses en su puesto. Si la noticia se confirma, sería el Embajador español que más poco tiempo ha estado asignado en la República Popular China desde el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países.
Supongo que es práctica habitual que cuando hay un nuevo Gobierno se produzcan cambios en algunas Embajadas, aunque tenía entendido que éste era un proceso paulatino que no implicaba sacar de sus puestos a Representantes que no llevan ni un año en su destino. Creo, modestamente, que la declaración de la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE) coincide con lo que estoy indicando aquí.
Como indica uno de los afectados, citado por El País “¿Somos embajadores del Reino de España o del Gobierno de turno?”
No creo, dicho con respeto y sinceridad, que éste sea un gesto de seriedad ante las autoridades chinas. Si hay un adelanto electoral electoral en España, como se rumorea, o si al final las elecciones se producen en el 2020 y gana otro partido político, ¿se va a cambiar de nuevo al Embajador en China, que como máximo no estaría en el país más de dos años?
Quizás, ingenuamente, sigo pensando que la política exterior es una política de Estado, y que los servidores del Estado realizan sus funciones independientemente del gobierno que está en el poder. Se ha visto antes en China y se ha visto en otros países.
2. Aunque no haya países "fáciles", China es un país "complicado": el más poblado del mundo, con una gran superficie, unos cinco mil años de historia y un proceso de cambios bastante complejo en los últimos cincuenta años. Aparte de todo esto, es la segunda economía del mundo, la primera potencia comercial y se está convirtiendo en un actor cada vez más importante en todos los campos de la escena internacional.
Como se dice muchas veces, lo de China "es para toda la vida", lo cual no quiere decir que un Embajador tenga que estar hasta el final de sus días acreditado en Beijing, pero sí es un hecho que llegar a conocer, a comprender el país, sus dirigentes, su cultura, su forma de trabajar, y un largo etc. requiere su tiempo, mucho tiempo. Creo que sacar de su cargo a una persona que supongo estaba empezando a conocer todos esos aspectos de China no deja de ser una pérdida para la diplomacia española. Tampoco es una buena noticia, en mi opinión, para China que prefiere tener como interlocutor a alguien que no empiece de cero y que ya esté conociendo el país.
En estos meses no he dejado de escuchar más que elogios hacia la labor que estaba realizando el Embajador, elogios provenientes de la colonia española en China y de varias delegaciones que visitaron el país, entre ellas por ejemplo las del Presidente del Gobierno Autonómico de Valencia.
3. Dejo para este punto final lo que me parece más importante y es que, en principio, y como se ha anunciado públicamente, está prevista para el mes de Noviembre la visita del Presidente Xi Jinping a Madrid. Recordemos que desde el año 2005, o sea hace nada más y nada menos que 13 años que un Jefe de Estado chino no visita España. En este caso, además, estamos hablando, sin exagerar, de uno de los hombres más importantes del mundo actual que debe haber visitado más del 80 por 100 de los países del planeta.
Si toda visita estatal requiere meses de trabajo y preparación, en este caso el esfuerzo creo que deberá ser doble. Independientemente de quien sea la persona que sustituya al actual Embajador- ya he dicho que no voy a hablar de nombres, sino de puestos- va a contar prácticamente con unas pocas semanas para preparar esa visita, ya que en principio el proceso de obtención del plácet del gobierno chino, la aprobación por Consejo de Ministros, el traslado a China y la presentación de cartas credenciales me temo que no van a estar por debajo de los dos meses.
Por consiguiente, y como resumen, con todos los respetos, me reitero en lo indicado en mi entrada del pasado 9 de Julio en el sentido de que ni China ni Asia-Pacífico parecen ser prioritarios para el gobierno español. Puede leer la entrada pinchando aquí
Es más, y con el riesgo de equivocarme, no sé si este cambio brusco de Embajador, unido a un posible adelanto electoral en España, harán viable la largamente esperada visita de Xi Jinping a Madrid.
@PabloRovetta
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