Se trata en concreto de Fu Yunlong quien entre 1887 y 1889 visitó como enviado del Gobierno de la Dinastía Qing, durante el reinado del Emperador Guangxu, Japón, EE.UU., Canadá, Cuba, Perú y Brasil, pasando por Panamá, Ecuador, Chile y Uruguay.
Debido a la extensión del artículo, me he permitido hacer un breve resumen del mismo-
Se considera a Fu Yunlong, cuya historia y escritos son muy poco conocidos y han salido a la luz gracias a una investigación de veinte años del Profesor Wang Xiaoqiu, como el primer funcionario chino que visitó tantos países y recorrió tantos kilómetros; y el pionero en la historia de los intercambios entre China y América Latina.
Retrato de Fu Yunlong tomado de Baidu |
En total Fu Yunlong estuvo tres meses y medio en el continente americano donde llegó a entrevistarse con tres jefes de Estado y recogió abundante información sobre algunos de los países del continente que plasmó en 23 tomos donde relata su viaje y sus reflexiones sobre todo lo que pudo ver. Sus descripciones, que incluyen mapas, abarcan desde los sistemas de gobierno, la geografía, la historia, la economía, las aduanas, los impuestos, la industria, la flora y fauna, las costumbres, la ciencia, y un largo etcétera, incluida la situación y vida de los chinos de ultramar.
Fu Yunlong, originario de la provincia de Zhejiang, y nacido justo en el año de la Guerra del Opio, 1840, desde muy joven se interesó por la historia, la geografía y los asuntos militares. Desde los 28 años estuvo trabajando como un funcionario de pequeño rango en el Gobierno de la Dinastía Qing.
En 1887, con 47 años, participó en el primer examen del Gobierno para seleccionar a funcionarios que serían destinados a viajar por el mundo. Fue pasando diferentes pruebas, con excelente notas, hasta que el Gobierno Qing lo nombró para formar parte de uno de los seis grupos que iban a salir al exterior.
El 12 de noviembre de 1887, salió del puerto de Shanghai rumbo a Japón para desde allí dirigirse a Canadá y los Estados Unidos. El relato del profesor Wang se centra en la parte de América Latina y no comenta su paso por esos otros países.
Cuba fue el primer destino, a donde llegó un 5 de diciembre, y uno de los centros principales de su largo viaje. Estuvo acompañado por un funcionario del Consulado de China en Estados Unidos hasta el 22 de diciembre y fue uno de los países sobre los que más escribió. Según indica en sus crónicas, Cuba tenía entonces 1.598.980 habitantes. y en los últimos 42 años habían llegado a la isla un mínimo de 120.000 trabajadores chinos; aparte de 17.000 que murieron en los viajes antes de llegar al país. Fu se dedica a pasear por la ciudad, tomando nota de todo lo que veía, se entrevista con funcionarios y visita el Consulado de China en La Habana.
Al salir de Cuba, y pasando por lo que es hoy Santiago de Cuba, pasa por la actual Jamaica y el 31 de diciembre llega a la actual Panamá, donde pasa el año nuevo y está acompañado siempre por chinos de ultramar. El 3 de enero 1888 su barco amarra en la actual Ecuador, donde visita Guayaquil.
El 8 de enero llega a Perú, donde visita al Ministro de Asuntos Exteriores y es recibido por el Presidente Andrés Cáceres. Acompañado por el Ministro de Asuntos Exteriores viaja en el tren más alto del mundo, llegando a una altura de 5.100 metros, pasando por 39 túneles. Visita a la Asociación de Chinos en Perú, y un Convento de Monjas. El 31 de enero era el Año Nuevo Lunar, y lo festeja en el barrio chino de Lima donde dice que se olvida que está en América Latina y se siente como en su propio país. Según lo que escribe, con una población de más dos millones y medio de habitantes, había en Perú unos 50.000 chinos de ultramar.
El 1 de febrero, llega al norte de Chile en un barco de ese país. Chile no tenía entonces relaciones diplomáticas con China, a pesar de lo cual dice que es recibido solemnemente por el Presidente José Manuel Balmaceda. Llama a Chile "el país más largo de los cinco continentes".
Sale de Chile en un buque inglés y el 25 de febrero llega hasta el sur, pasa al Océano Atlántico, subiendo por Argentina y llega el 2 de marzo a Montevideo donde permanece dos días.
El 7 de marzo llega a Río de Janeiro, en un Brasil azotado por la fiebre amarilla. Allí le escribe al Ministro de Asuntos Exteriores y éste organiza un encuentro con el Emperador Pedro II el día 9, poco tiempo antes de que Brasil dejara de ser una monarquía. Es visitado por cuatro brasileños, uno de los cuales había vivido dos años en Beijing y había sido cónsul en Shanghai hasta 1887.
Queda muy sorprendido por las medidas del gobierno de Brasil para el desarrollo de su industria -entre otras el no pago de impuestos para la importación y exportación de maquinaria- y por el número de escuelas -5.590- y de estudiantes -211.342- que hay en el país al que llama "gigante de los cinco continentes". Escribe que para China sería muy beneficioso tomar como referencia las medidas de estímulo de la industria del gobierno de Brasil.
Finalmente el 18 de marzo emprende en barco su viaje de regreso a EE.UU. parando en varios puertos brasileños. En uno de ellos, le visita en el barco un cónsul de Uruguay y le pide una caligrafía que dice entregará como recuerdo en su país.
Tras pasar por los Estados Unidos y Japón, el 21 de octubre de 1889 regresa al puerto de Shanghai.
Como hemos indicado escribe entre 1889 y 1901 un total de 23 tomos dedicados a su viaje por América Latina, con toda una serie de detalles sobre todo lo visto y sus propias reflexiones.
Según el profesor Wang Xiaoqiu, debido al conservadurismo y la corrupción existentes en la Corte de los Qing, el gobierno no aprovechó las valiosas experiencias de Fu Yunlong para nombrarlo en un puesto importante en la diplomacia. En lugar de eso, lo destinan a un puesto insignificante en Tianjin donde fallece en mayo de 1901 víctima de una enfermedad a la edad de 62 años.
Sus escritos quedaron en el cajón de los olvidos y nadie prestó atención a los mismos. También quedó en el olvido su viaje, el más largo realizado por un funcionario chino, por el número de países visitados y los kilómetros recorridos. Fu Yunlong puede ser considerado entonces como el pionero en las relaciones y contactos entre China y América Latina.
El profesor Wang Xiaoqiu encontró sus escritos en la Universidad de Beijing y empleó veinte años de su vida a recoger información y poner en orden los materiales encontrados, con el fin de que esta apasionante historia no quedara muerta en el olvido.
Creo que los latinoamericanos tenemos mucho que agradecer al profesor Wang Xiaoqiu y al Instituto de Estudios de América Latina de la Academia de Ciencias Sociales de China por haber recuperado y dado a conocer esta historia prácticamente desconocida hasta la actualidad.
Pablo Rovetta Dubinsky @PabloRovetta
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