Como indicábamos en la primera parte de estas reflexiones
“Leyendo a Xi Jinping”,(Pinchar aquí para leerla) y la realidad de los últimos
años lo ha demostrado, la lucha contra la corrupción, ha sido y es una de las
prioridades del Presidente de la República Popular China.
Para ello, en sus “relatos”, utiliza frecuentemente ejemplos
de Dinastías, Emperadores y/o funcionarios que perdieron el poder como
consecuencia de la corrupción. Al mismo tiempo, pone como ejemplo a funcionarios
honrados que se ganaron el apoyo del pueblo.
Uno de ellos es Zhang Boxin (1651-1725), de la dinastía Qing
–la penúltima de China- que se hizo famoso porque, en contra de las costumbres
de la época, no aceptó ningún tipo de regalo al ser nombrado funcionario en la
actual provincia de Jiangsu. Tanto es así, que en una piedra se llegó a tallar
en un homenaje a los Qing, la frase “el primer funcionario honrado bajo el cielo”,
refiriéndose a Zhang Boxin. Cuando éste abandonó la ciudad de Yangzhou los
campesinos fueron a despedirlo con verduras y frutas, pero éste las rechazó
indicando que los funcionarios deben ser “limpios y puros”.
En el año 2013, Xi Jinping, según se indica en el libro,
organizó en el Buró Político del Comité Central del Partido Comunista una
sesión de estudio colectivo sobre funcionarios no corruptos en la historia de
China, una prueba más de que el líder chino se basa principalmente en ejemplos de
la milenaria historia del Imperio del Centro para tratar los problemas del país.
Tal como señalamos en la primera parte de estas reflexiones,
Xi no deja de alertar sobre los peligros que para el Partido y el Gobierno
puede causar la corrupción. Aunque destaca que “No hay en China una fuerza política que pueda suplantar al Partido
Comunista”, insiste en que hay que tener una “sensación de crisis” ante la
posibilidad de que cambien las cosas.
Si los cuadros del Partido no resuelven sus problemas de
estilo, perderán el apoyo del pueblo y se creará una crisis que podría acabar
con el Partido y el Estado, según el razonamiento de Xi.
En el relato “En la segunda generación desaparece la dinastía”, relata el caso de Qin Shihuang, el primer Emperador que unificó China, muy conocido por el ejército de terracotas de Xi´an que está en la parte de su Mausoleo que ha sido descubierta y abierta al público, mientras que su tumba sigue cerrada.
Qin Shihuang tuvo el mérito de unificar a China. Sin embargo,
al mismo tiempo, dedicó grandes recursos humanos y financieros para hacerse
construir un Mausoleo. Según los analistas del relato de Xi Jinping se
emplearon a 720.000 personas durante décadas para construir el Mausoleo. Hay gente que considera que el número de personas empleadas en la construcción fue ocho veces mayor que el utilizado para construir una de las pirámides de Egipto. Como
consecuencia de ese “despilfarro” la dinastía Qin desapareció, una vez
nombrado el heredero, sólo 16 años después de su establecimiento.
Xi Jinping utiliza otros ejemplos de emperadores de la
historia de China que cayeron debido a la corrupción.
Otro de los temas tratados por el actual dirigente chino es
el del sacrificio al que deben hacer frente los líderes revolucionarios. En
este sentido pone como ejemplo a Mao Zedong
que perdió a seis miembros directos de su familia en la revolución, entre
ellos a su esposa Yang Kaihui, fusilada por el Kuomintang o a uno de sus hijos,
Mao Anying, fallecido en la Guerra de Corea.
Hay en el libro un ejemplo muy significativo sobre cómo
funcionan algunas cosas en la República Popular, titulado “Compitiendo por
obtener el título de ´Pobre´” y relata cómo en el año 2012, en un condado de
una provincia que no menciona (pero que los editores citan como Hunan), la
página web del condado publicó “la excelente noticia de que nuestro condado ha
sido nombrado como parte de los condados pobres a nivel estatal”, y como los
jefes de dos condados “competían” para ver cuál de ellos era nombrado un
condado “pobre” con el fin de recibir ayuda del Estado.
Un condado llegó a colgar un cartel que decía “Celebramos
que el distrito xxx ha sido nombrado por el gobierno central como parte de las
zonas con extremas dificultades”, ya que así recibirían ayudas económicas y
políticas especiales y favorables del Gobierno central.
El milagro chino
Otro de los temas de preocupación del actual líder chino es
el de cómo China se quedó atrasada durante más de dos siglos, pero luego supo
crear un “milagro chino” tras la celebración de la III Sesión Plenaria del XI
Comité Central del Partido en diciembre de 1978, cuando Deng Xiaoping impone la política de
reformas económicas y apertura al extranjero.
Casi no hay críticas fuertes a la Revolución Cultural
(1966-1976) en los relatos de Xi, salvo
cuando habla de los “errores izquierdistas” de esa época, pero a su vez indica
que en esos años “casi no conocíamos profundamente las leyes y normas de la
construcción del socialismo”.
Xi Jinping recuerda el esplendor de China en varias
dinastías del pasado, como la Han (206 A.C. – 220 D.C), la Tang (618 D.C. – 917
D.C.) o la Song (960 D.C. – 1279 D.C.). La ciudad de Xi´an era una gran capital internacional ya durante
la Dinastía Han, a donde viajaban y residían miles de extranjeros,
principalmente de Asia Central, Persia y el mundo árabe.
En la Dinastía Tang llegó a haber en la corte 29 extranjeros
y más de 3.000 funcionarios extranjeros en el gobierno.
Cuando llegan las últimas dos dinastías, la Ming y la Qing, es
cuando China pierde la oportunidad de seguir avanzando, siempre según el libro.
En un discurso ante el Comité Central del Partido Comunista
en el 2013 Xi Jinping habla de los “200 años perdidos por China”. En los cerca
de 100 años que van desde los siglos XVIII y XIX, el período del auge de la
Revolución Industrial, la Dinastía Qing cerró las puertas del país, "perdiendo
la oportunidad de desarrollarse".
Los otros cien años, de mediados del siglo XIX a mediados
del XX, “bajo los cañones de Occidente”, China se transformó en un país
semicolonial y semifeudal.
Por último, “en los años 60 y 70 del siglo pasado, cuando en
lo internacional se levantaba una ola de revolución tecnológica y cambios en la
estructura de la producción, algunos países del Este de Asia aprovecharon esta
oportunidad para desarrollarse, pero China
estaba inmersa en la ´Revolución Cultural´” y “perdió una gran oportunidad”
Gracias a la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del
Partido Comunista de China celebrada en diciembre de 1978, y con Deng Xiaoping
al mando, comienza un proceso que lleva a China a “tener la excelente situación
actual”, en palabras del Secretario General del Partido Comunista.
Como parte de ese “milagro chino”, y mientras China, al comenzar la
apertura y reforma era la 11ª economía del mundo; “en el 2005
sobrepasamos a Francia y quedamos quintos; en el 2006 al Reino Unido y quedamos
cuartos; en el 2007 a Alemania y quedamos terceros; y en el 2009 a Japón y
quedamos segundos”. “Hemos creado un milagro en la historia de desarrollo de la
humanidad”.
Por último, me gustaría hacer mención a un artículo escrito
por Xi Jinping donde utiliza la derrota de Argentina en el Mundial de Fútbol de
España en 1982, y el papel de Maradona como ejemplo negativo, para estimular el
trabajo en equipo en el terreno económico de China, y cómo no es posible
aislarle del conjunto.
Es bien sabido que el Presidente chino siempre ha sido un
gran aficionado al fútbol y es, en mi opinión, muy significativo, esta
comparación entre Maradona y la selección argentina, con el trabajo económico
que debía desarrollar el gobierno.
“En el fútbol actual de gran nivel, creo que no se corresponde
con la tendencia general el poner énfasis sólo en el nivel técnico individual y
basarse sólo en los méritos individuales”. “El hacer goles depende de la
coordinación de todos los integrantes del equipo”. “A los aficionados del
fútbol actual no les gustan los jugadores que de manera exagerada se basan en
sus habilidades particulares, rompiendo la coordinación del equipo, y perdiendo
así oportunidades de hacer goles”, indica el dirigente chino.
Los comentaristas del “Diario del Pueblo” recuerdan el
mundial de España, donde en la selección argentina Maradona sólo prestaba
atención a sus jugadas personales sin tener en cuenta la coordinación con el
equipo, hasta que en el partido con Brasil fue expulsado por una tarjeta roja y
Argentina se quedó fuera de las finales.
Los mismos comentaristas recuerdan cómo la prensa británica
lo llegó a llamar “Mister Fútbol de la diplomacia”, y sus viajes a Irlanda en
el 2012, a Alemania en el 2014 y a Inglaterra en el 2015 donde siempre tuvo
contacto con el fútbol.
Tomando el fútbol como ejemplo y destacando que él tiene “un
sueño futbolístico para China”, reflexiona sobre las relaciones entre el todo y
las partes, sobre la coordinación entre las partes, para subrayar la
importancia de la coordinación para tratar los temas del Estado y para analizar
los problemas partiendo siempre del todo general.
En la tercera y última reflexión sobre este tema
trataremos las reflexiones de Xi Jinping sobre temas relacionados con el mundo
exterior, tanto en el pasado como en el momento actual, poniendo especial
énfasis en lo relacionado con América Latina.
Muy interesante, Pablo.
ResponderEliminarAbrazo