La nueva edición del “Diccionario de Palabras Estándares del
Idioma Chino” (现代汉语规范词典) con la inclusión de una nueva acepción para la
palabra “tuhao” (土豪) –anteriormente “déspota malvado”, y ahora
también “persona rica sin cultura”- ha tenido una gran repercusión en la
República Popular y generado muchos comentarios y polémicas en las redes
sociales y en los medios de prensa del país.
En un reciente artículo del China Daily podemos encontrar la noticia
sobre el diccionario, que ha agregado unas cien palabras nuevas, en su mayor parte relacionadas con el
lenguaje moderno de Internet; aunque ninguna ha generado tantas discusiones
como “tuhao”, que tiene un profundo
contenido histórico, político y social.
En noviembre del año pasado tuve la oportunidad de
reflexionar en el Instituto Cervantes de Pekín sobre el tema “China: y la reforma también reformó el
idioma” y meses más tarde publiqué un artículo en Global Asia.
En ambos casos hacía referencia a un grupo de “palabras que `han regresado` pero con otro
significado”, destacando de forma especial precisamente el caso de “tuhao” una
de las palabras más “de moda” en la China de hoy, que originalmente tenía el
significado políticamente despectivo de “déspotas locales”, y que ahora se usa
– de forma despectiva o no, según sea el ángulo desde el que se mira- tanto
como para lo que podríamos traducir como “nuevo rico” o, según la nueva
definición oficial “persona con mucho dinero pero sin cultura ni valores
correctos”.
Para ilustrarlo ponía dos diapositivas. La primera, con el
significado “antiguo” de “déspotas locales”, término utilizado en la revolución
del Partido Comunista y en los primeros años después de la fundación de la
República Popular China, donde incluía una foto del “ballet revolucionario” “El
destacamento rojo de mujeres” que recientemente ha vuelto a los teatros chinos.
En la segunda ponía un ejemplo de lo que podría ser hoy un “tuhao”
Como indicábamos, se han generado polémicas de todo tipo en
relación con la aceptación “oficial” de la nueva acepción para “tuhao” y hay opiniones para todos los
gustos.
Muchos habitantes prósperos de las zonas rurales se han
sentido ofendidos –por la definición de gente “sin cultura”- y han desatado una
polémica en las redes sociales con los residentes en grandes ciudades.
Otros dicen sin tapujos que “el 90 por 100 de la gente de
dinero en China se ajusta a la definición de “rico sin cultura ni valores
correctos”; y también están los que opinan que los “millonarios de la noche a
la mañana” de China no han hecho su fortuna por medios “honestos”, y su riqueza
no es el fruto de su trabajo.
Muchas opiniones reflejan una especie de “odio” hacia estos “nuevos
ricos”, mientras otras dan a entender una cierta “envidia” (“ya me gustaría
a mí ser un ‘tuhao' aunque no tenga cultura” dice uno de los participantes
en un foro).
En todo caso, esto no deja de ser una muestra más de que –como
indicaba meses atrás, y perdón por auto citarme- “las transformaciones que han tenido lugar en
la República Popular en las últimas décadas, no sólo han cambiado la fisonomía
del país, destacados aspectos de su sociedad y de la forma de vida de su
población, sino incluso hasta la forma de hablar, de expresarse y la escritura.”
Aquí, muchos de los cambios en el idioma tienen su origen –al
igual que en todo el mundo- en los avances tecnológicos, y en las transformaciones
generacionales, sociales y culturales que se están viviendo en las últimas
décadas. En el caso del chino, sin embargo, tenemos un elemento más a añadir y
son los cambios que se producen como consecuencia directa de la
política de apertura al exterior y de reformas políticas, económicas y sociales
que están teniendo lugar en el país más poblado del mundo.
Muy interesante esta reflexión, sobre todo viniendo de un sinólogo como Pablo Rovetta.
ResponderEliminarEl idioma es un sistema de comunicación que mientras que es usado por una comunidad está vivo, es decir, evoluciona, cambia. Solo las lenguas muertas permanecen inmutables.
Recuerdo así, a bote pronto, que en castellano "hacer el amor" hace años era sinónimo de "cortejar", "galantear", "ligar", y en un momento determinado de la evolución lingüística pasó a significar "practicar sexo".
"Testar" era (y creo que aún es) "hacer testamento", pero ahora se emplea mucho más para "hacer un control o una prueba". Etc, etc, etc...
Gracias Fernando (aunque no me considero un sinólogo) Efectivamente, los idiomas "vivos" están en constante movimiento y evolución. En el caso de esta entrada, lo que intentaba era destacar los cambios "políticos" en el idioma chino. En otros idiomas, un nazi sigue siendo un nazi, lo mismo ocurre con palabras como socialista, comunista, liberal, conservador, derecha, izquierda,etc.. Aquí, con "tuhao" los "déspotas malvados" se han transformado en "nuevos ricos". Gracias, como siempre, por tu interés y tus comentarios. Un abrazo.
Eliminar